Artículo de opinión: ¿Qué aportan los videojuegos creados y/o ambientados en Argentina a la comunidad “gamer”?
Por Joaquín Ronda
Los videojuegos son un fenómeno mundial que han pasado de ser una forma de gastar el tiempo, a ser el trabajo y estilo de vida de miles y miles de personas. Ahora bien, en Argentina también se han desarrollado videojuegos, ambientados o no en el país, tales como el “Pomberito”, “¿Quién mandó a matar a Cristina?” o “Fábulas Porteñas”. Éstos son poco conocidos en comparación de los extranjeros, ya que los videojuegos que son reconocidos hoy en día lo son gracias a las grandes compañías desarrolladoras que ya desde hace años han sido el foco de atención, y esto deja a los desarrolladores y compañías argentinas en desventaja a la hora de llegar al público, como lo dictan las estadísticas: el mercado de videojuegos en Argentina gana 73 millones de dólares (2021), el mercado de videojuegos en JJapn gana 75.000 millones de dólares (2023), el mercado de videojuegos en Estados Unidos recauda 95.000 millones de dólares (2023) y el mercado de videojuegos en China: 110.100 millones de dólares (2023).
Como muestran los números, es clara la diferencia monetaria del mercado de Argentina con las de Japón, China y Estados Unidos, las más grandes del mundo.
La razón de esta diferencia anteriormente dicha es simple: la llegada al público. Las grandes compañías y desarrolladoras han estado en lo alto del mercado desde hace muchos años. Esto se debe a que, en los primeros momentos en donde los videojuegos comenzaron a hacerse conocidos, éstas compañías y desarrolladoras presentaron innovaciones muy importantes, y junto a la poca competencia que había en ese tiempo, lograron un reconocimiento espontáneo y gigantesco. Por ejemplo, Nintendo, con su nueva consola Nintendo 64 y su juego Super Mario 64, sacudieron al mundo y se convirtieron en los pioneros del género plataformero.
Otra razón por la cual pueden llegar al público tan fácilmente es con el dinero que se invierte en la publicidad, como también en personas famosas que promocionen el producto. Una desarrolladora pequeña de Argentina u otro país no podría contratar a Messi para promocionar su videojuego.
Si no hay suficiente dinero, no tendrá mucha visibilidad, si no tiene la suficiente visibilidad, el juego no puede mostrarse a un público considerable, y en caso de que se pudiera, tiene que ser lo suficientemente bueno para que éste se recomiende de manera positiva, aunque claro, hay excepciones.
Si hablamos de cultura, si, éstos videojuegos claramente aportan al conocimiento de lo que es la cultura argentina, como la leyenda del Pomberito, las referencias al mate, asado, dulce de leche y demás comidas características de Argentina, los modismos y acentos de nuestro país, entre otros. No obstante, la casi nula visibilidad, además de la calidad de éstos (que suelen ser mediocres) provocan que muy pocas personas, inclusive del mismo país, prueben el producto y por eso no aportan casi nada a nivel de jugabilidad ni llama la atención de la comunidad gamer.
La realidad es que en Argentina, los videojuegos no son el fuerte, ni de la cultura ni del mercado, cosas que si podes decir del fútbol, por ejemplo. El único caso que se conoce de un videojuego exitoso argentino es Preguntados, un videojuego para teléfonos móvil, pero más allá de eso, no hay mucho más.
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